sábado, 9 de junio de 2007

MAURICIO NO QUIERE DEBATIR

Mauricio leyó la entrada anterior (no sé cómo accedió aquí) y decidió llamar a su padre: "Papá, no quiero estar en el debate, ¿qué hago?". Entre idas y venidas, llantos y consuelos, decidieron que, como siempre, Mauricio tiene que poner sus propias condiciones (típico de niño caprichoso, terco e incapaz).
Entonces, de buenas a primeras, quiso armar el debate como se le ocurrió: "Voy a participar sólo si quitás esto, agregás esto, hacés esto así, si nadie dice nada malo acerca de mí, de mi papá o de nuestras empresillas y su vínculo con el Estado...".
No sabe debatir, quiere subir su imagen con la candidata a vicejefa, le aflora el niño malcriado que se larga a llorar cuando las cosas no salen... Me tiene harto.
Mauricio tiene que entender que no puede manejar los programas de televisión como si se tratase de sus empresas, con empleados al servicio de sus caprichos.
Yo, asesor, creo que Raúl Taibo debe ir a debatir el miércoles.

Vean esta nota (no quedamos muy bien parados con esto). Con Macri, uno no sabe si reír o llorar.
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2 comentarios:

Anónimo dijo...

me parece cobarde tus palabras ante la derrota , dejen que los ciudadanos decidamos como vivir , basta d e ofensas , tengamos respeto por el otro , al que no le guste Macri que se mude o cierre la boca .

Mauricio dijo...

Esto es el diálogo, claramente: "que se mude o cierre la boca". Un discurso con muchos fundamentos, como el de Mauricio, como el de nuestra campaña.
¿Derrota? ¿Qué derrota? Esto no es un partido de fútbol. El candidato al que le hago la campaña ganó la primera vuelta y no tiene demsiadas chances para la segunda.
Acá se juegan las condiciones de vida de muchas personas y todos saben cuáles serían las condiciones de vida de las personas si gana alguien que es incapaz de debatir y de plantear propuestas.
Los macristas demuestran su apertura y su disposición para el debate y el diálogo. A ellos les hacemos una campaña que dice: "Por cada ataque, una propuesta".
"Tengamos respeto por el otro" junto a "al que no le guste Macri, que se mude o cierre la boca" muestra una concepción un poco extraña del respeto, ¿no le parece?