En el programa de Morales Solá, quien se mostró –como era de esperar– del todo complaciente con su entrevistado, Mauricio dijo que hay que mudar la villa 31. Le aconsejamos que dijera eso para asegurar los votos de la ultraderecha. En algún momento, durante un ratito, tenía que mostrar lo que piensa, ¿no? Es un homenaje a su gran maestro Osvaldo Cacciatore; total, no hay nada que perder.La pregunta obligada es: ¿Qué va a hacer cuando pierda la segunda vuelta? La respuesta que nos dio es: "Lo mismo que siempre: nada".
Mauricio volvió a apuntar, en el programa, contra el canal Ciudad abierta. Ya sabemos que todo lo que tenga, aunque sea, un lejano de olor a cultura le provoca comezón. ¿Qué "propondría" a nivel nacional si quisiera también perder en las elecciones a presidente? ¿Cerrar Canal Siete? Siguiendo su lógica, debería "proponerlo".
Últimamente, Mauricio se desbocó, se agrandó y ya no le da tanta importancia a lo que le decimos sus asesores. Lo escondimos con los carteles amarillos para que nadie recordara quién era. Ya no podemos esconderlo.
La imagen es la tapa de la revista Veintitrés del 7 de diciembre de 2006.
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