Luego de elegir a una mujer como Gabriela para vice, que cuenta con una gran formación política y sabe traer a colación supuestas anécdotas de su hijo adolescente para suplir la falta de propuestas y de análisis de nuestro partido, luego de definir que no tendríamos un plan de gobierno ni una sola propuesta (propuestas en serio, no los chistes que ponemos en nuestros afiches y en nuestro sitio web), se nos planteó un gran conflicto: ¿debíamos mantener el bigote policíaco de Mauricio o borrarlo de un plumazo?
Era toda un cuestión ya que, si le quitábamos el bigote, sus facciones recordarían a las de Franco, su padre, que tiene unos antecedentes aún peores que los de Mauricio y, si se los dejábamos, se lo asociaría a los ex aliados Ricardo López Murphy y Jorge Sobisch, cuyos pasos como funcionarios no fueron muy aplaudidos (aunque ya casi nadie recuerde lo que fueron los poquitos días que duró López Murphy y todos los problemas que generó en ese breve lapso).
Decidimos que es mejor mostrar la vocación de policía de mano dura porque, puestos a elegir entre dos perfiles negativos, es preferible que no se lo vincule a Franco, de quien vivió Mauricio durante años.
Decidimos que es mejor mostrar la vocación de policía de mano dura porque, puestos a elegir entre dos perfiles negativos, es preferible que no se lo vincule a Franco, de quien vivió Mauricio durante años.
