Los asesores de Mauricio creamos una frase: "Por cada ataque, una propuesta". Al crearla, la intención era: a) seguir afirmando que Mauricio tiene propuestas (si las tuviera en realidad, no habríamos tenido que armar esa bendita frase); b) victimizarlo; c) hacer olvidar que Mauricio no puede negar todas las cosas de las que se lo acusa (entre otras, que no asistió al 90 % de las sesiones de diputados y que tiene un pasado y un presente sospechosos y cuestionables).
Una campaña inteligente (en la que, por ejemplo, se usa a una mujer con movilidad reducidad para crear una imagen) puede sostener una elección, pero, si no hay propuestas, eso no se sostiene en el tiempo.
Muchos se dieron cuenta de que se estaban engañando, de que Mauricio no va a hacer lo que afirmamos sus asesores, de que no puede debatir, de que no le importa la gente y de que es incapaz de debatir, lo que refleja una actitud antidemocrática.
Eso comienza a reflejarse en las encuestas.
En cinco días, Mauricio Macri perdió alrededor de cinco puntos y Filmus sumó unos cinco puntos. Faltan diez días para el ballottage y si Mauricio sigue perdiendo un punto por día y Filmus sigue sumando un punto por día, vamos a perder.
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